viernes, agosto 22, 2008

miércoles, agosto 20, 2008

Caleidoscopio.













Acuarela, 20x20 aprox. cada una



Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.


Jorge Luis Borges, epílogo a El hacedor.

miércoles, agosto 13, 2008

viernes, agosto 08, 2008

Limones


Pastel y lapiz de color, 50x70

Mientras que la forma es absoluta, en el sentido de que cuando dibujas una linea sabes perfectamente si está bien o mal dibujada, el color es una cosa completamente relativa....

John Ruskin, The Elements of Drawing.

jueves, julio 31, 2008

Still life

Pastel sobre papel Hahnemühle color oro viejo, 72x43

jueves, julio 24, 2008

Santorini II

Pastel y lapiz de color, 50x70

"Hay una isla en Grecia, cerca del mar, que fue un volcán hace ya tanto que el mundo ya nunca lo recuerda. Sus casas son todas de color blanco y las ventanas y cúpulas que las adornan están vestidas de un azul tan hermoso, tan limpio y tan perfecto, que intenta perderse a medio camino entre el cielo y un mar tranquilo y apacible cuyas olas lamen los acantilados hasta los los que caen las casas. El suelo de pizarra de sus calles resuena, solitario, bajo mis sandalias."

Samsara, fragmento recopilado de su web http://www.lume.org/weblog/

Oppidum

Toletum ibi parva erat, sed loco munito
Tito Livio





Pequeño formato, acuarela, lapices acuarelables y creta

miércoles, julio 23, 2008

miércoles, julio 09, 2008

Peral


Dibujo, 42x60, lapiz de color

Minerva


Acuarela, 85x70


Las formas de la virtud son rectas, las del placer, curvas. El manto de Minerva desciende en verticales; mil curvas amorosas rodean las piernas de Flora.

Henry Fuseli, Aphorisms.

martes, julio 01, 2008

Julio, dos dibujos

Carbon y cretas, 42x60



Carbon y cretas, 42x60

Junio

Aquí, bajo el celeste rocío, florece un día tras otro el narciso de hermosos
racimos, antigua corona de las dos grandes diosas, y el azafrán de resplandores de
oro. Y las fuentes que no descansan, las que reparten las aguas del Céfiro, no se
consumen, antes bien, cada día sin dejar uno, corren fertilizando con rapidez en
inmaculada corriente por los llanos de esta espaciosa tierra. Y no la detestan los
coros de las Musas ni Afrodita la de las riendas de oro.
Existe un árbol cual yo no tengo oído que haya brotado nunca en la tierra
de Asia ni en la gran isla dórica de Pélope, árbol indomable que crece espontáneamente,
terror de las lanzas enemigas, que abunda en esta región por doquier: el
glauco olivo que alienta a nuestros hijos. Ni un joven, ni quien se encuentra en la
vejez, podría destruirlo aniquilándolo con violencia. Pues el ojo vigilante de Zeus,
protector de los olivos, lo observa siempre así como Atenea, la de brillante mirada.
Sófocles, fragmento de Edipo en Colono

jueves, junio 26, 2008

El torso de Belvedere, estudio a lapiz.

El torso de Belvedere es un fragmento de la estatua de un desnudo masculino firmado por el escultor ateniense Apolonio. La estua fue descubierta en el Campo de' Fiori (campo de las flores) durante el papado de Julio II (1503-1513). Se creía que se trataba de un original del siglo I A.C. pero en la actualidad se estima que se trata de una copia de una estatua más antigua, probablemente datada en el siglo II A.C. La estatua representaría a esta figura humana sobre un animal, aunque a quién representa exáctamente todavía se discute: es posible que sea Hércules, Polifemo, Marsias, entre otros. La retorcida pose del torso y su extraordinariamente bien representada musculatura tuvo un gran influencia en posteriores artistas (incluidos Miguel Ángel y Rafael Sanzio) del Renacimiento, Manierismo y Barroco.
En la actualidad la estatua forma parte de la colección del museo Pío-Clementino de los
Museos Vaticanos. El nombre de "Belvedere" deriva del Cortile del Belvedere patio de Belvedere donde la estatua fue inicialmente expuesta. El torso no debe ser confundido con el también famoso Apolo Belvedere de la misma colección.

martes, junio 24, 2008

Joven de Nicosia.

Lapiz de color y cretas, 42x60

lunes, junio 23, 2008

Colectiva en Galeria Bernesga, León.



Exposición colectiva en Galeria Bernesga.

Galeria Bernesga
Roa de la Vega, 8
León

miércoles, junio 18, 2008

Palmira III

Dibujo, lapiz de color, 42x60

Todos los días salía a visitar alguno de los monumentos que cubrían la llanura; y una tarde, que, ocupado mi espíritu en serias reflexiones, me había adelantado hasta el Valle de los Sepulcros, subí a las alturas que le rodean y desde las cuales a un mismo tiempo domina la vista la totalidad de las ruinas y la inmensidad del desierto... Acababa de ponerse el sol, y una zona rojiza marcaba todavía su curso en el horizonte lejano de los montes de Siria; la luna llena se levantaba por el oriente, sobre un fondo azulado, en las riberas planas del Eufrates; el cielo estaba despejado, el aire en calma; la luz moribunda del día aminoraba el horror de las tinieblas; la frescura de la noche calmaba el fuego de la abrasada tierra, y los pastores habían retirado sus camellos; la vista no percibía ya movimiento alguno sobre la llanura monótona y sombría; un silencio profundo reinaba en el desierto, y sólo a intervalos remotos oíanse los lúgubres acentos de algunos pájaros nocturnos y de algunos chacales... Las sombras se aumentaban y ya no distinguían mis ojos en los crepúsculos más que la blancura de las columnas y de los muros... Estos lugares solitarios, esta noche apacible, esta escena majestuosa, imprimieron en mi ánimo un recogimiento religioso. El aspecto de una gran ciudad desierta, la memoria de los pasadios tiempos, la comparación del estado actual, todo elevó mi mente a las más sublimes reflexiones. Sentado sobre el fuste de una columna, apoyando el codo sobre mi rodilla, sostenida la cabeza con la mano y dirigiendo mis miradas alternativamente al desierto y a las ruinas, me entregué a una profunda meditación.
Constantino Francisco Chassebeuf, Conde de Volney, fragmento de Las Ruinas de Palmira

viernes, junio 13, 2008

El Cuerno de Oro, Estambul

Dibujo, cretas y grafito 70x40

El viajero sentado junto a la ventana había vuelto a Estambul, la ciudad donde había vivido sus años de niñez y felicidad, una semana antes por primera vez después de doce años de ausencia a causa del fallecimiento de su madre; se había quedado allí cuatro días y había partido en aquel inesperado viaje a Kars. Sentía que la extraordinaria belleza de la nieve que caía le provocaba más alegría incluso que la visión de Estambul años después. Era poeta, y en un poema escrito años atrás y muy poco conocido por los lectores turcos había dicho que a lo largo de nuestra vida sólo nieva una vez en nuestros sueños. Mientras la nieve caía pausadamente y en silencio, como nieva en los sueños, el viajero sentado junto a la ventana se purificó con los sentimientos de inocencia y sencillez que llevaba años buscando con pasión y creyó optimistamente que podría sentirse en casa en este mundo. "
Orhan Pamuk. Nieve (fragmento)

viernes, junio 06, 2008

Palmira II

Dibujo, lapiz de color, 42x60

Y la historia de los tiempos pasados representándose al vivo en mi mente, me recordó aquellos siglos antiguos en que veinte pueblos famosos existían en estos parajes: me figuré al Asirio en las riberas del Tigris: al Caldeo en las del Eufrates y al Persa reinando desde el Indo al Mediterráneo. Conté los reinos de Damasco, de Indumea, de Jerusalén, de Samaria, los estados belicosos de los Filisteos y las repúblicas comerciales de la Fenicia. Esta Siria, decía yo, hoy día casi despoblada, contaba entonces con cien ciudades poderosas. Sus campos estaban cubiertos de villas, lugares y aldeas . Por todas partes veíanse tierras cultivadas, caminos concurridos y habitantes diligentes. ¡Ah! ¿dónde están esas épocas de abundancia y de vida? ¿Cuál es la suerte de esas brillantes creaciones de la mano del hombre? ¿Dónde existen aquellos baluartes de Nínive, aquellos muros de Babilonia, aquellos palacios de Persépolis, aquellos templos de Balbek y de Jerusalén? ¿Dónde están las flotas de Tiro, los astilleros de Arad, los talleres de Sidón y aquella multitud de marineros, de pilotos, de mercaderes y soldados? Y aquellos labradores, y aquellas cosechas, y aquellos rebaños, y toda aquella creación inmensa de seres animados, de que se envanecía la superficie de la tierra, ¿dónde están?... ¡Ah! ¡Yo he recorrido esta tierra devastada!... Yo he visitado los lugares que fueron el teatro de tantas grandezas y sólo he visto en ellos desolación y soledad... He buscado los antiguos pueblos y sus obras magníficas y sólo he visto rastros parecidos a los que deja el pie del caminante sobre el polvo movedizo: los templos cayeron, los palacios se desmoronaron, los puertos desaparecieron los pueblos no existen, y la tierra, desnuda de habitantes, no es más que un espacio desolado cubierto de sepulcros... ¡Gran Dios! ¿De dónde vienen tan funestos trastornos? ¿Por qué causas se ha mudado tanto la suerte de estas regiones? ¿Por qué han desaparecido tantas ciudades? ¿Por qué no se ha reproducido y conservado su antigua e inmensa población?




Constantino Francisco Chassebeuf, Conde de Volney, fagmento de Las Ruinas de Palmira

viernes, mayo 30, 2008

jueves, mayo 29, 2008

Penumbra

Dibujo, grafito y creta blanca, 40x70

miércoles, mayo 21, 2008

Tarde lluviosa.

Poca cosa es lo que hace falta a veces para sentir la dicha
una luz, una flor, una brisa, una mano en la nuestra
o esta tarde que parece de carne
de suavísimo nácar
tarde entregada para un mirar lentísimo
para entrarla despacio
como un sueño en el alma
para besarla pura, inmaterial y celeste

José Luis Cano, La tarde, fragmento

viernes, mayo 16, 2008

Estudio de espalda de nadador.


Dibujo, lapiz de color, 70x50

Santorini

Dibujo, lapiz de color, 70x40

Deja ya de rondar el mar


y los pellejos de las olas empujando los navíos,


bajo el cielo estamos nosotros los peces


y los árboles son las algas


Giorgos Seferis.

miércoles, mayo 07, 2008

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