martes, junio 24, 2008

Joven de Nicosia.

Lapiz de color y cretas, 42x60

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La memoria me arrastra a los versos de Lorca, ese gesto adusto lorquiano a morir de Bernarda Alba, Yerma. El pelo bien pegado, estirado, la boca ceñuda el ojo que no quiere ver y el que lo ve todo. La vida y la muerte. Puro drama lorquiano. Morgana

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Gracias Isabel, hay algo tragico en ese rostro, es cierto.
Un beso.

Archivo del blog