Acuarela, 20x20Desde antiguo, una leyenda de la ciudad de Roma nos cuenta cómo los romanos se atrincheraron en la fortaleza del capitolio para defenderse del ataque de los Sabinos, pueblo que habitaba entre el Tíber y los Apeninos. Tarpeya, la hija del guardián de la fortaleza, al enamorarse del rey sabino, Tito TAcio, decidió abrirle las puertas de la misma para poderse unir a él. Los sabinos, gente de honor no admitían la traición en ningún caso, por lo que nada más pisar la fortaleza del Capitolio mataron a la traidora Tarpeya aplastándola con el peso de sus escudos. En otras versiones de la misma leyenda, se dice que a Tarpeya la mataron los mismos romanos al verse traicionados arrojándola desde lo más alto de la fortaleza del Capitolio; roca desde la que se despeñaba a los traidores. En el presente, la citada roca todavía es conocida como la Roca Tarpeya, y en Toledo, también tenemos una.