viernes, octubre 17, 2008

Uvas, II

Acuarela, 66x40

12 comentarios:

Casiopea dijo...

Cada vez que veo un racimo de uvas se me vienen dos cosas a la cabeza: el libro Las Uvas de la Ira y mi padre (no tienen relación alguna, mi padre es la persona que menos se enfada del mundo, pero así es la mente humana). A mi padre le encantan las uvas y también los bodegones. No es que este cuadro lo sea... (o quizá sí?)

Se lo enseñaré cuando baje a casa :)

Besos

Casiopea

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Hola Casiopea, bueno, podria calificarse como bodegon o naturaleza muerta, un titulo siniestro este ultimo, pero para mi es un racimo de uvas, tal cual,
está copiado del natural, en cuatro o cinco sesiones, podria haber seguido y seguido, es un trabajo inagotable, tambien pude haberlo dejado antes, es la eterna duda, lo empecé pensando un poco en la pintura de Sanchez Cotan.
Me alegro que te gusten.
Besos.

Mimi dijo...

Jose, quando sei a Napoli, cerci per quel pugliese che ho dipinto! :)
Ti piacerebbe la Napoli, e' una citta' pazzesca, caotica, incredibile. La gente a Napoli e' calda, ironica, e drammatica.

Mi piace questo tuo quadro d'uva, i colori sembrano di emettere luce, bravo!

Sintagma in Blue dijo...

vendimia, las calles oliendo a alcohol fermentando, campos en marrón.

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Ciao Mimi, ho molta voglia di arrivare da Napoli!
Saluti.

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Muchas gracias Pura, un beso.

Ogigia dijo...

el racimo es el racimo, eso no es un racimo,q ue diría magritte. es "el racimo" tuyo, creado por pirmera vez. besos

MaLena Ezcurra dijo...

Los sutiles colores de tus acuarelas impregnan mi alma, siempre.

Gracias Jose Antonio, mil gracias.


MaLena

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Muchas gracias Maria Antonia.
Besos.

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Mil gracias a ti, Malena.

Anónimo dijo...

Cuando estaba casada había años que pedíamos unos días de vacaciones para irnos a la vendimia en La Mancha, a los viñedos de mis suegros. El amanecer nos pillaba cortando racimos y embriagándonos de belleza y olores. Las risas, las canciones, las bromas... sesucedían siempre con un racimo en las manos ¡hasta llegamos a pisar uvas! por puro placer y divertimento, pero fue hermoso. La intensidad de las uvas explotando bajo tus pies desnudos es algo inovidable, como sentarse al atardecer con una copa grana de vino y saborearlo con la persona que amas. Todo eso y mucho más me cuenta tu racimo. Besos

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Muchisimas gracias Morgana.
Besos

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