Cuaderno de papel Kadhi, 25x20
"Así había hablado. No obstante, Ceres tiene decidido recuperar a su hija. No lo permiten así los hados, porque la doncella había roto el ayuno, y mientras en su ingenuidad andaba errante por un huerto de frutales, había cogido de un árbol que se inclinaba por el peso una granada, y arrancando de la amarillenta corteza siete granos, los había exprimido en su boca... Por su parte Júpiter, mediando entre su hermano y su afligida hermana, divide el curso del año en dos mitades; y en la actualidad, la diosa, común divinidad de dos reinos diferentes, pasa con su madre un número de meses igual al que pasa con su esposo. Múdase en un momento la expresión de su alma y de su rostro, pues la frente de la diosa que antes podía parecer triste al mismo Dis, está ahora alegre, como el sol, que antes estaba oculto por nubes cargadas de agua, del interior de las nubes sale triunfante". EL RAPTO DE PROSÉRPINA (Ovidio, Metamorfosis, libro V)
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