jueves, mayo 10, 2007

Aglaya, Talía y Eufrósine

4 comentarios:

El Toro de Barro editorial dijo...

Me he quedado impresionado con tu blog, que acabo de conocer a través del de nuestra común amiga Pura Salceda. He decidido vincularlo al mío propio, que acabo de crear para sacar adelante la aventura editorial del Toro de Barro, que llevo adelante como puedo desde Cuenca.
Me puedes decir quién es el autor de esta serie de desnudos?
Un fuerte abrazo.
Carlos Morales
http://eltorodebarro.blogspot.com/

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Hola Carlos, muchas gracias por tu visita, todos los trabajos que ves son mios, estos tres son dibujos con cretas y lapiz, consigo una entonación general con creta y luego dibujo a lapiz, sobre papel canson. miden aproximadamente 50x30. Voy a ver tu blog ahora mismo, animo con la editorial, con ese nombre tan bonito seguro que es un exito.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Se ha corrido la voz en mi bosque de que vengo a visitar tu jardin.
Creo que han sido esos diablillos de los trasgus que no saben tener la boca cerrada.
Ahora todos quieren venir conmigo para ver con sus propios ojos todo cuando se cuenta sobre su belleza.
Y claro, a ver quien le dice al cuelebre que no puede venir.
A las 12 en punto estaba en mi fuente con sus escamas relucientes y sus alas extendidas.
Cuando llegamos, volaba de un lado a otro entusiasmado.
Hasta que vio a las tres hermanas sentadas junto al macizo de las hortensias.
Sabia que en cuanto viese una mujer bella, tendriamos problemas.
El cuelebre, ademas de cumplir con su obligación de protegerme, siente debilidad por las damas hermosas, las lleva a su cueva y las convierte en ayalgas , alli cantan mientras cuidan de sus tesoros.
Aglaya, Talia y Rufrosine charlaban tan animadamente, que no repararon en su presencia.
Cuando se dieron cuenta las habia rodeado con su gigantesca cola .
Estaba fascinado por el color rosado de sus carnes, por las sinuosas curvas de sus senos, por esos cuerpos sensuales que brillaban a la luz de la luna.
Se imaginaba que serian las mas bellas ayalgas que jamas hubiese tenido.
No sabes cuanto me costo convencerle de que las soltara, de que no podia llevarselas, de que nada de lo que esta en tu jardin ,por bello que sea, puede salir de aqui.
El muy ladino me echo en cara que yo me habia llevado una rosa.
Al final les permitio marcharse mientras emitia agudos silbidos… sabe cuanto me molestan.
Pobrecitas , aun deben tener el miedo en el cuerpo.
Me gusta mas venir sola y pasear a la luz de la luna, creo que tendre que salir a escondidas de mi fuente.
Pero por otra parte, si tu lo has hecho… quien soy yo para no compartir la belleza que has puesto en este jardin ?

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Hola Xana, pues si, estás en tu casa, ya lo sabes, gracias por venir, muchas gracias.

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